Nafplio (o Navplio), Grecia


  • NOTA: Esta etapa forma parte de un viaje de 5 días por Grecia visitando Atenas, Delfos, Corinto, Micenas y Nafplio -> ITINERARIO y preparativos
  • Etapa anterior: Micenas
Desde Micenas llevamos dirección sur hacia Nafplio, en el golfo de la Argólida, en el mar Mediterráneo. La que fuera primera capital de Grecia, entre 1829 y 1834, ha heredado el nombre del hijo de Poseidón.
Desde lejos vemos la bonita panorámica del pueblo en la base de una colina que se alza junto al mar. En lo alto, las fortalezas de Palamidi y Akronafplia parecen inexpugnables.

Fortaleza sobre Nafplio, Grecia

Enfrente y en medio del mar, el islote-castillo de Burtzi (o Burtsi), surge del agua como si flotara.
Siempre me fascinan estas construcciones en medio del agua y, al hacer memoria, recuerdo unas cuantas tan diferentes y lejanas unas de otras que decido iniciar una pequeña colección de maravillas de este tipo.

Islote-Castillo de Burtzi (o Burtsi) en Nafplio, Grecia

A la entrada, junto al paseo marítimo, elegantes terrazas ofrecen descanso al viajero. La lluvia y el frío no es un impedimento, ya que están perfectamente acondicionadas con toldos, acristalamientos y estufas para combatir este día fresco y plomizo.

Terraza en Nafplio, Grecia

Junto al paseo marítimo dejamos el coche en un amplio aparcamiento y nos dirigimos hacia las calles peatonales del centro. Es un lugar muy agradable para pasear, con mucho encanto. Son muchas las tiendas de artesanía que me llaman la atención pero lo dejamos para más tarde. Ahora vamos a comer.
Hacemos caso a una de las recomendaciones de la guía Azul de Grecia y nos dirigimos a la taberna Ta Qanapia, en la calle Staikopoulos.

Taberna Ta Qanapia, Nafplio (Grecia)

Es un pequeño y bullicioso establecimiento frecuentado por gente local, con sabor tradicional y casero, donde tomamos unas ensaladas de tomate y probamos nuestro primer souvlaki griego, un pincho moruno o espetada que puede ser de pescado o de carne (cerdo, pollo, cordero…).

Souvlaki de carne en Ta Qanapia, Nafplio (Grecia)

Comemos bien, rápido y barato para seguir el paseo antes de que se ponga a llover, que tiene toda la pinta de empezar pronto.
Ahora sí, nos detenemos en los escaparates de las tiendas de artesanía y de kombolois. Algunas de ellas venden únicamente estos objetos parecidos a rosarios de todos los colores y tamaños. No tienen finalidad religiosa, tan sólo la propiedad de combatir el estrés a base darles vueltas y vueltas a las cuentas.

Escaparate de tienda de kombolois en Nafplio, Grecia

Algunas callecitas en cuesta, terminan en escalones hacia lo alto de la colina. Muchos balcones tienen flores y plantas que brillan con la humedad del día. El conjunto es encantador.
Como en la taberna no tenían postre, tomamos un helado en una de las heladerías que encontramos mientras paseamos y hacemos algunas compras.

Nafplio (Grecia)

Según se ha puesto la tarde, ni pensar en visitar las fortalezas que coronan la colina. Sin duda la vista debe de ser fantástica desde allí, pero tendrá que ser en otra ocasión, con más luz y mejor tiempo.
Cuando empieza a llover más fuerte y nos hemos cansado de pasear, entramos en calor con un delicioso capuchino muy bien servido en una de las acogedoras terrazas de la plaza del Ayuntamiento, que también se llama Plaza Sintagma aquí. En verano debe de estar de lo más animada.

Capuchino en Nafplio, Grecia

Regresamos a Atenas, directos al aeropuerto (Coordenadas GPS 37,9217, 23,9299) para devolver el coche que tenemos reservado hasta esta noche, cuando deberíamos haber vuelto de Kalambaka si la nieve nos hubiera permitido llegar. Para el recorrido que vamos a hacer los próximos días por el centro de Atenas no vamos a necesitarlo. La idea era coger el autobús X95 hasta la plaza Sintagma, donde está nuestro hotel, pero todavía estamos dentro de las 48 horas de huelga general convocada contra el gobierno por los recortes a que debe someterse el país para combatir la crisis. Hasta las doce de la noche no hay servicios mínimos de metros ni autobuses y ninguno circula. Lo único que funcionan son los taxis.
En la parada un cartel informa de la tarifa única desde el aeropuerto hasta el centro. No recuerdo si son 35 o 36 €. Cogemos uno que nos lleva a nuestro hotel.
Desde la terraza de la habitación contemplo la misma estampa de esta mañana, ahora bajo una luz totalmente diferente. El Parlamento está iluminado y negros nubarrones sobre el Licabeto amenazan lluvia.

Parlamento y Monte Licabeto, Atenas

Consultamos de nuevo el Oráculo de la Guía Azul para decidirnos por un restaurante para cenar y elegimos el recomendado Athinaikon, muy cerca de la Plaza Omonia, al que podemos llegar paseando. Eso sí, sin olvidar los paraguas, que vamos a necesitar después.

  • Siguiente etapa: Cena en Restaurante Athinaikon

Micenas (Mykines)


Desde el Canal de Corinto comienza el Peloponeso, la parte más al sur del país.
A unos 45 kms del Canal llegamos al Yacimiento Arqueológico de Micenas, después de atravesar el pueblo del mismo nombre.
La antigua y mítica Micenas se nos presenta como una fortaleza levantada en un alto, con una posición estratégica sobre los valles cercanos, y rodeada de tumbas, murallas y leyendas.

Yacimiento Arqueológico de Micenas, Grecia
 Los siglos y el abandono fueron olvidándola y la naturaleza consiguió enterrarla, borrándola como si nunca hubiera existido. Tal vez así permanecería todavía si no fuera porque el empresario alemán Henrich Schliemann dedicó gran parte de su fortuna a su gran pasión: la arqueología, realizando grandes hallazgos como fueron Troya, Itaca, Tirinto o esta misteriosa Micenas.
Nada más pasar la valla de entrada, aún fuera del recinto amurallado, a la derecha podemos ver un círculo de tierra de 28 metros de diámetro, es el Círculo B de tumbas reales, en el que se encontraron 24 tumbas de entre los años 1650 y 1550 a.d.C., todas ellas con ricos ajuares funerarios expuestos actualmente en los Museos de Nafplio y en Arquelógico Nacional de Atenas.
La puerta principal de entrada a la fortaleza es la Puerta de los Leones, construida alrededor del 1250 a.d.C., practicada en la muralla de enormes bloques de piedra caliza 

Puerta de los Leones, Micenas (Grecia) 

Esta piedra tiene un espesor de metro y medio y está coronada por un monolito en el que están esculpidos los cuerpos de 2 leones separados por una columna. Se cree que las cabezas fueron esculpidas en una piedra más blanda que no habría sobrevivido al paso del tiempo.

Monolito sobre la Puerta de Los Leones, Micenas (Grecia)

Lo que en otros países o culturas son siglos, aquí se transforma en milenios. Hablamos tranquilamente de dos o tres mil años como si pasaran en un soplo y al pensar en tanto tiempo, día tras día, año tras año, siento vértigo.
Eso sin hablar del tamaño de estas piedras de la muralla, o de las que forman la puerta, tan enormes y pesadas que parecen levantadas por gigantes.
Ya dentro de la fortaleza, a mano derecha vemos otro gran círculo cavado en la tierra y delimitado por una corredor de losas verticales. Es el Círculo A de tumbas reales, hallado por Schliemann en 1876, que contenía cinco tumbas que albergaban a 19 individuos con sus correspondientes tesoros funerarios.

Círculo A de tumbas reales, Micenas (Grecia)

Mirando hacia lo alto se divisa el punto donde, en tiempos, hubo un palacio o castillo.
Seguimos una rampa que asciende por la colina rodeándola. Como la pendiente es suave y la mañana fresca, hacer este paseo resulta muy agradable. Durante el ascenso, pasamos junto a una puerta más pequeña en la muralla, que lleva hacia la parte de atrás de la colina.


Puerta menor en la muralla de Micenas, Grecia

En el lugar ocupado antaño por el castillo, en el punto más alto de la colina, hoy no queda nada. Sin embargo, merece la pena llegar hasta aquí para admirar el paisaje alrededor, así como entender la posición estratégica y la organización del espacio en el emplazamiento.

Base del antiguo Castillo de Micenas, Grecia

 Fuera de la zona amurallada está el edificio moderno del museo. Es pequeño y conserva figuras y objetos encontrados en las excavaciones, así como una copia de algunas máscaras funerarias, cuyos originales se guardan en el Museo Nacional de Arqueología, en Atenas.

Copia de máscara funeraria micénica, Museo de Micenas (Grecia)

De regreso hacia el pueblo moderno de Micenas pasamos de nuevo frente al Tesoro de Atreo, llamado también la Tumba de Atreo o de Agamenón. Nos detenemos ahora. Construida a mediados del siglo XIV a.d.C, es la tumba abovedada más monumental que se conoce en Grecia. Este tipo de tumbas consta de un pasaje (dromos), la entrada, la cámara abovedada y otra pequeña cámara anexa.

Tesoro de Atreo, Micenas (Grecia)

En el caso de esta tumba, el dromos, o entrada monumental, tiene 36 metros de largo y 6 de anchura. Estaba decorada con relieves que hoy en día se encuentran repartidos entre el Museo Británico y el Museo de Arqueología de Atenas.
La cámara abovedada ha sido excavada en la montaña, vaciándola. La cúpula termina en un orificio por el que, tras el enterramiento, se echaba tierra desde lo alto de la montaña a fin de dejarla sellada.

Interior del Tesoro de Atreo, Micenas (Grecia) 

La visita es rápida ya que no hay mucho en lo que entretenerse y, además, se va haciendo hora de comer.
Dudamos entre quedarnos en alguno de los restaurantes de Micenas o continuar hasta Nafplio, la última de las visitas que hemos planificado para hoy.
Aún es un poco pronto y continuamos hacia Nafplio, a 26 kms. Hacia la mitad del trayecto pasamos por la nombrada Argos, pero no nos detenemos.

Despertar en Atenas, Canal de Corinto




El sábado nos despertamos pronto. La tensión del viaje de ayer dio paso a la tranquilidad de sabernos a salvo. Anoche me di cuenta de la situación privilegiada del hotel, tan cerca de la Plaza Sintagma, pero no es hasta hoy, al asomarme a la terraza de la habitación, cuando aprecio la magnífica panorámica que se observa desde aquí.

Jardines Nacionales, Parlamento y Monte Licabeto, Atenas

Justo enfrente, cruzando la Avenida Leoforos Vassilisis Amalias, tenemos los Jardines Nacionales. Junto a ellos, de color rosa, el Parlamento. Unos pocos turistas aún más madrugadores que nosotros, frente a los guardias reales que lo custodian, los evzones, esperan el próximo cambio de guardia.

Evzones (Guardia Real), Atenas

Detrás del Parlamento se alza imponente el Monte Licabeto (Lykavittos) o Colina de los lobos, por los que la poblaban en tiempos. No lo recordaba tan alto. Menos mal que hay un funicular para subir a la cima.
Después de desayunar salimos rumbo hacia el Canal de Corinto, a unos 80 kms de Atenas.
La mañana está bastante gris pero vamos a tener suerte. El resto del día la lluvia no va a molestarnos. 

Cuando estuve en Atenas hace 30 años, cogimos un autobús de línea y llegamos a Corinto. Era verano, recuerdo que hacía mucho calor y dimos un paseo por el centro del pueblo pero nos quedamos con las ganas de ver el Canal porque no está en el mismo pueblo, sino a unos pocos kilómetros del centro.
Esta vez vamos directos al Canal (coordenadas GPS 37,91801, 23,00676).
Junto a este punto, un puente de hierro para coches y peatones cruza el Canal. Lo bueno de viajar en esta época es que encontramos poca gente en todas partes, un lujo impensable en otros meses del año. El frío y la lluvia, para mi gusto, es un precio muy barato por este privilegio que pago encantada.  

Canal de Corinto, Grecia

Caminamos por el puente hasta el centro sobre el Canal. Y de verdad lo encuentro impresionante. Lo que más me sorprende no son sus más de 6 kms de longitud, ni los 21 metros de anchura, ni su indudable utilidad para evitar a los barcos dar un largo rodeo. Lo que de verdad me deja con la boca abierta es su profundidad, el hondo tajo en la tierra necesario hasta llegar al agua.

Canal de Corinto, Grecia

Cuando llegamos lo está cruzando una barca pequeña. A lo lejos, entre la bruma, se adivina un barco más grande que se va haciendo más nítido a medida que se acerca. Me gusta verlo aproximarse. Poco antes de que pase bajo nuestros pies, otro barco se dibuja en la bruma. Esta procesión parece no tener fin.
Seguimos ruta en dirección a Micenas (Mykines).

Regreso a Atenas - cena en Old Ithaki




Guiados por el GPS vamos directos al hotel que tenemos reservado a partir de mañana en el centro de Atenas. Es el hotel Amalia 4*, a pocos pasos de la Plaza Sintagma (Coordenadas GPS 37,97404, 23,73373). Afortunadamente tienen habitación disponible para hoy. Aparcamos cerca del hotel. Es zona azul pero el horario de pago ya ha terminado y mañana tenemos previsto salir pronto, aún no sabemos hacia dónde. El plan de Meteora se ha desbaratado y hay que buscar una alternativa.
Dejamos nuestras cosas en la habitación. En el vestíbulo hay un ordenador con impresora y acceso gratis a Internet que nos vendrá de maravilla para imprimir los billetes electrónicos de vuelta pero también para revisar las posibilidades para mañana y fijar un plan.
Decidido el día siguiente, salimos a buscar un sitio para cenar por Plaka, en concreto, por la calle Mitropoleos, en dirección a Monastiraki.
En la plaza Mitropoleos se encuentra la Catedral Ortodoxa. Junto a ella, hay otra iglesia pequeñita. Detrás de esta pequeña iglesia, en la esquina, está el restaurante Old Ithaki, de cocina griega tradicional. Es el primero que encontramos abierto. Hay música en vivo y parece animado. Nos quedamos aquí.
Empezamos por lo típico: de primero ensalada griega (Horiotiki Salata), con lechuga, tomate, cebolla, pepino y queso feta, aliñada con aceite, vinagre y sal.

Ensalada griega (Horiotiki Salata)

De segundo, ¿cómo no?, moussaka.


Moussaka en restaurante Old Ithaki, Atenas

La comida está rica, el lugar es agradable y no muy caro.
Después de cenar, volvemos al hotel. Estamos cansados y ya tendremos tiempo de recorrer Atenas los próximos días.



Kalambaka: misión imposible


  • NOTA: Esta etapa forma parte de un viaje de 5 días por Grecia visitando Atenas, Delfos, Corinto, Micenas y Nafplio -> ITINERARIO y preparativos
  • Etapa anterior: Delfos

Desde Delfos en dirección Kalambaka la carretera nos lleva en pronunciado ascenso. Pronto el verde del valle desaparece bajo un manto más blanco y tupido a cada kilómetro que avanzamos. Empezamos a preocuparnos viendo el panorama pero por ahora la carretera sigue limpia.

Carretera nevada en Grecia

La nieve se amontona en el arcén, depositada ahí por las máquinas quitanieves. En algunos tramos estos montones invaden parte de los carriles. Avanzamos despacio y con precaución. Cada vez el espacio libre en el centro de la carretera es más estrecho y cuando el agarre de los neumáticos en esta zona se hace diferente y peligroso decidimos dar media vuelta.

Carretera nevada en Grecia

Nos cuesta renunciar a la visita a Meteora y todavía intentamos la ida por otra carretera pero pronto encontramos una situación parecida y, con más de 200 kms por delante, avanzar es un riesgo que no debemos asumir. Volvemos a Atenas.



Delfos


  • NOTA: Esta etapa forma parte de un viaje de 5 días por Grecia visitando Atenas, Delfos, Corinto, Micenas y Nafplio -> ITINERARIO y preparativos
  • Etapa anterior: Arahova
Aparcamos cerca del museo, aunque no vamos a visitarlo. Vamos directamente al recinto arqueológico (coordenadas GPS 38,48030, 22,50033).
Bien, ya estamos aquí. La nieve no nos ha impedido llegar al centro del mundo según la Grecia clásica, hoy Patrimonio de la Humanidad. Cuenta la mitología que Zeus soltó dos águilas en puntos opuestos de la tierra y volaron hasta encontrarse justo encima de nuestras cabezas.

Recinto arqueológico de Delfos

Sea las leyenda cierta o sea la realidad otra, la verdad es que algo hay de mágico y misterioso en este entorno. Estamos a los pies del Monte Parnaso. A nuestros pies se extiende el valle del río Pleistos, tapizado de olivos y cipreses. Y aunque lo que queda no es casi nada comparado con lo que hubo un día, bien aún nos permite imaginar un esplendoroso pasado.

Recinto arqueológico de Delfos

Caía aguanieve al llegar pero afortunadamente ahora ha parado. Iniciamos el recorrido por la Vía Sacra. A ambos lados quedan los restos de antiguos edificios. El templete del Tesoro de los Atenienses reconstruido nos da idea de cómo eran algunos de ellos.

Tesoro de los Atenienses, Delfos

En lo alto vemos unas pocas columnas supervivientes del Templo de Apolo. Llaman la atención por su robustez. Continuamos el ascenso hasta la base del Templo, a la que no se puede pasar, pero sí rodearla. 

Templo de Apolo, Delfos 

Si seguimos subiendo, llegamos al Teatro, dispuesto como si de un balcón sobre el valle se tratara aunque no podemos pasar hacia las gradas por encontrarse acordonadas. Es el monumento mejor conservado del recinto, datando la primera construcción del mismo del siglo IV a.d.C. Casi nada.

Teatro de Delfos

Desde aquí tenemos una fantástica vista sobre lo poco que queda del Templo de Apolo y es fácil imaginar su grandeza.
Desde el Teatro, ya no se puede subir más y desandamos la Vía Sacra para ir a la salida. En la carretera, caminamos hacia la izquierda en dirección hacia la fuente Castalia, justo en la curva.

Fuente Castalia, Delfos

Enfrente, al otro lado de la carretera, se encuentra lo que era el Gimnasio. Desde arriba podemos hacernos una idea mejor del tamaño y forma que tenía. 

Gimnasio, Delfos

Y, tras él, llegamos hasta el Santuario de Atenea Pronaia, emplazamiento de la Tholos, una construcción circular de 20 columnas sobre un podio de 3 alturas, que data del siglo IV a.d.C. Tampoco queda gran cosa pero suficiente para hacernos una idea de cómo era.

Tholos de Delfos

Está claro que venir a Grecia es hacer un ejercicio de imaginación. Quedan algunas piezas pero se necesita un poco de esfuerzo para construir el puzle en nuestra mente.
Teníamos pensado comer en Delfos pueblo pero terminando la visita comienza a chispear otra vez. Es aguanieve y el camino hacia Kalambaka es largo y nos tememos que difícil. Compramos unos bocadillos en una tienda cerca del museo y nos ponemos en marcha cuanto antes. Si vamos a encontrar algún problema, mejor que sea a la luz del día.


Arahova




La carretera hacia Delfos está limpia aunque, a los lados, todavía no se han deshecho los copos de una nevada reciente. Seguimos viendo estas capillitas que me han llamado la atención desde que cogimos el coche en el aeropuerto. 

Capillita junto a la carretera, Grecia

Seguiremos encontrándolas con frecuencia en nuestro recorrido por carreteras griegas.
Muy cerca de Delfos, es imperdonable no detenernos poco antes de llegar a Arahova. La panorámica de las casitas que alfombran este pueblo de montaña es muy bella. Estamos en las faldas del monte Parnaso, de 2.457 metros de altura. 

Panorámica de Arahova, Grecia

Al atravesar el pueblo vemos muchos hoteles y tiendas. Es un enclave turístico gracias a la estación de esquí que hay en lo alto.
Atravesamos Arahova sin detenernos más hasta llegar al recinto arqueológico de Delfos (coordenadas GPS 38,48030, 22,50033), que está antes de llegar al pueblo del mismo nombre. 

Monasterio de Osios Louka



Llegamos hasta el monasterio (Coordenadas GPS 38,395128, 22,745698) tomando un desvío en Distomo. Éste es un pueblecito sin nada de particular.

Monasterio de Osios Louka, Grecia

El camino desde el pueblo es peor y más estrecho que el que traíamos, pero tampoco presenta ningún problema. El monasterio abre de 8:00 a 17:00 del 16 de septiembre al 2 de mayo, y de 8:00 a 18:00 del 3 de mayo al 15 de septiembre. 

Entrada al Monasterio de Osios Louka, Grecia

Está considerado Patrimonio de la Humanidad por los mosaicos bizantinos  y los frescos que adornan paredes y techos de sus dos iglesias comunicadas.
Nada más entrar, a la derecha, está el Museo donde compramos el ticket para la visita. Justo cuando llegamos se marcha un grupo. Hacer solos la visita de estas joyas, es todo un lujo.

Mosaicos bizantinos en el Monasterio de Osios Louka, Grecia

El monasterio, al pie del monte Helikon, fue dedicado a un asceta con poderes curativos y adivinatorios. El santo fundador profetizó que el monasterio estaría vivo hasta el fin de los tiempos. A día de hoy, sigue ocupado por monjes, y esperemos que, por si la profecía es cierta, sea así muchos años.
La iglesia grande es Agios. La otra, es Panagia. En una de ellas hay unas cestas con trozos de pan normal y de un pan-bollo dulce con anises. Lo interpreto como un signo de hospitalidad de los monjes hacia los visitantes y probamos unos trozos del pan-bollo, que está bastante bueno.

Monasterio de Osios Louka, Grecia

Debajo de la iglesia está la cripta de Santa Bárbara que también visitamos en silencio y en soledad. 

Cripta de Santa Bárbara, Osios Louka (Grecia)

Es una pena no poder dedicar más tiempo al recinto pero no podemos entretenernos más si queremos llegar a Delfos a buena hora y recorrerlo tranquilamente. Lo tenemos a 35 kms.
Nos ponemos en camino hacia allí y, antes de llegar, hacemos una breve parada en Arachova (o Arahova).

Hacia Grecia Central - Memorial de Karakolithos

  • NOTA: Esta etapa forma parte de un viaje de 5 días por Grecia visitando Atenas, Delfos, Corinto, Micenas y Nafplio -> ITINERARIO y preparativos
  • Etapa anterior: El Pireo
De nuevo sufrimos el denso tráfico de Atenas al acercarnos a la ciudad rumbo al norte, hacia la región de Grecia Central. El plan para hoy es pasar por Delfos y llegar a Kalambaka esta noche, en la región de Tesalia, para visitar Meteora mañana por la mañana y regresar a dormir a Atenas. Pero una cosa es el plan y otra… lo que nos destina el Oráculo. ¿Qué dice el nuestro? Habrá que llegar a Delfos para conocerlo. A pocos kilómetros de Atenas, dirección norte, vemos nieve en los altos cercanos a la carretera, pero el camino está limpio y despejado. Por ahora no hay de qué preocuparse.

Hacia Grecia Central

Tan pronto el paisaje está limpio como va cambiando a blanco y luego, un poco más allá, la nieve desaparece de nuevo. Seguimos. 
A unos 90 kms de Atenas termina la autovía y comienza una carretera de doble dirección. No hay mucho tráfico pero hay que ir con cuidado. La conducción es menos ordenada que en España y las carreteras, peores. Vemos varios adelantamientos en línea continua y a menudo se utiliza el arcén como si fuera un carril más. Imprescindible ir con mil ojos. Antes de llegar a Delfos, tenemos prevista una visita al Monasterio de Osios Louka (A 187 kms de Atenas). 

Memorial de guerra de Karakolithos, Grecia

La carretera pasa junto al Memorial de Guerra de Karakolithos (Coordenadas GPS 38,45930, 22,76771), en el término de Distomo, en memoria de los 134 civiles griegos asesinados en este lugar por los nazis en 1944. Hacemos una breve parada. 
Estamos a 150 kms de Atenas y hemos tardado 2 horas largas en llegar. La base del monumento está cubierta de nieve y, alrededor, los valles y montañas están también nevados, si bien la carretera sigue limpia. Estamos a unos 20 kms del Monasterio de Osios Louka, nuestra siguiente parada.

Cena en El Pireo

El trayecto desde nuestro hotel en Glyfada hasta El Pireo, a 15 kms, se nos hace eterno por la impaciencia de llegar a nuestro destino y también por el tráfico, más intenso todavía que desde el aeropuerto hasta el hotel. El Pireo no es sólo el puerto de Atenas, sino también un municipio independiente de unos 200.000 habitantes. El puerto está formado por 3 bahías naturales. La mayor es Kantharos, donde llegan y de donde parten los grandes barcos tanto turísticos como de mercancías. La mediana es Zea, el puerto deportivo, donde atracan los yates más lujosos. 

Yates en Zea, El Pireo 

La más pequeña y turística es Mikrolimanos, el puerto pesquero, lleno de barquitas y restaurantes de pescado y marisco. Vamos directos a un punto que había elegido sobre el mapa (coordenadas GPS 37,94108, 23,64582), más o menos equidistante entre Kantharos y Zea para acercarnos a las dos bahías en un paseo pero aparcar parece misión imposible. Después de dar mil vueltas y desesperarnos, cuando ya estamos dispuestos a marcharnos a Mikrolimano, donde tenemos pensado cenar, encontramos un hueco en Zea que nos permite dejar el coche y hacer andando el recorrido que queríamos. En invierno, en día laborable y de noche, ambos puertos están bastante muertos, aunque no es difícil imaginar el trajín diario en Kantharos y la animación en las terrazas del paseo marítimo de Zea con buen tiempo. Después de dar una vuelta por las dos zonas, cogemos el coche de nuevo para ir hasta Mikrolimano. Aunque aparentemente hay poca gente, tampoco es fácil aparcar aquí y en cuanto vemos un aparcamiento público, aprovechamos. El puerto es pequeñito y con mucho encanto. Junto al agua, entre éste y la carretera que rodea a la bahía, una fila de restaurantes componen un mirador continuado que ofrece una maravillosa vista y una cena especial junto a las barcas atracadas. 

Restaurante junto al mar en Mikrolimano, El Pireo

 Damos una vuelta para ver los diferentes restaurantes antes de decidirnos por uno para disfrutar nuestra primera cena en Grecia. En general, son bastante nuevos, decorados con gusto y acogedores. Hay algún italiano, algún oriental y la mayoría son de cocina griega, que es lo que más nos apetece. Están bastante vacíos pero casi todos abiertos, esperando clientes. Nos decidimos por un típico Zorbas en el que cenamos estupendamente a base de pescado fresco bien preparado, pero excesivamente caro (unos 60 € por persona). 


Plato de pescado en Mikrolimano, El Pireo

Estamos pagando el género, el sitio y la turistada. El regreso al hotel es más tranquilo y rápido que la venida. Los trabajadores han ido volviendo a sus hogares y el tráfico es mucho más fluido.

Mañana iniciaremos nuestro recorrido fuera de Atenas, hacia Grecia Central.


Atenas y Grecia Central - Preparativos e itinerario

Billetes de avión -> Directos Madrid-Atenas-madrid, sin escalas. Comprados directamente en la página de Iberia

Hoteles

- Palace Hotel 4* en Glyfada (http://www.booking.com/hotel/gr/palace-glyfada-athens.es.html?aid=311090;label=hotel-96190-gr-M1NTVadTrzZmNl5KuLnAewS3187892940;ws=&gclid=CK2R_Y7_6q0CFYELfAodg0IO6A)
- Hotel Antoniadis 4* en Kalambaka (http://www.booking.com/hotel/gr/antoniadis.es.html)
- Amalia Hotel 4* en Atenas (http://www.booking.com/hotel/gr/amalia.es.html?aid=311090;label=hotel-97494-gr-RYBQUfY0nIIHKyl1yWX9tAS3894304830;ws=&gclid=CLi227uB660CFUVTfAodWWwn3w)

Coche de alquiler -> Recogida en el aeropuerto y para el circuito a Delfos y Meteora


ITINERARIO