Radhuspladsen - La Plaza del Ayuntamiento

Estamos en la Plaza principal de la ciudad. Desde lejos hemos visto el robusto edificio de ladrillo rojo con su alta torre del reloj, que ya localizamos desde el mirador de la Torre Redonda.
En la confluencia del Bulevar con Vesterbrogade vemos el curioso barómetro del edificio de la esquina. En lo alto, las figuras doradas de una señorita a tamaño natural en bicicleta y otra con un paraguas deberían alternarse en días de sol y lluvia, pero ahora las dos están asomadas y no sé si es porque el barómetro no funciona y se ha quedado casualmente en esa posición o si se debe a que en el cielo tenemos sol y nubes.

Ayuntamiento de Copenhague

En la Plaza, frente al Ayuntamiento, vemos la fuente del Salto del Dragón de 1923 y en el extremo cercano a la torre, una alta columna con las figuras de 2 vikingos tocando las trompas de bronce. A la derecha del edificio, un Hans Christian Andersen sentado y mirando atentamente hacia el Tivoli, ignora a los turistas que le fotografiamos.

Estatua de Andersen en la Plaza del Ayuntamiento, Copenhague

Entramos en el Ayuntamiento. Muy cerca de la entrada, a la derecha, está el reloj astronómico que veremos después. Pasamos directos al enorme salón principal, rodeado arriba por un claustro y con el techo de cristal. Me recuerda mucho al de Estocolmo, aunque creo que aquel es más imponente todavía. Se puede subir a los pisos superiores y también a lo alto de la torre, pero perdonamos los casi 300 escalones que nos elevarían 105 metros sobre la ciudad. Un balcón privilegiado, sin duda.

Interior del Ayuntamiento, Copenhague

Frente a la salita del reloj astronómico de Jens Olsen compramos el ticket para visitarlo. Son 10 DKK por adulto y el horario de visita es lunes a viernes de 8:30 a 16:30 y los sábados de 9:30 a 13:00. Impresiona saber que, dada su complejidad, tardó 27 años en ser construido y que proporciona calendario y mediciones para 570.000 años pero esperaba otra cosa, no sé, algo más esotérico, con otro encanto.

Esculturas en la Plaza del Ayuntamiento, Copenhague

Ya en la calle nos fijamos más en la fachada. Sobre la entrada principal brilla dorada la estatua del obispo Absalón, fundador de Copenhague en el siglo XII y, por encima de ésta, tenemos el emblema de la ciudad, con 3 torres, las olas del estrecho de Oresund, que separa Selandia de Suecia, y el sol y la luna. Encima del emblema, la bandera nacional.
Se ha hecho hora de comer. Volvemos a la calle Krystalgade, al buffet turco. No es que sea una maravilla pero es barato y práctico.
Hemos aprovechado bien el día hasta ahora y como queremos pasar la tarde-noche en el Tivoli, decidimos volver un rato al hotel a descansar.


No hay comentarios: