Castillo de Portchester


Viaje de trabajo a Portsmouth, una localidad costera del sur de Inglaterra. El tercer día después de estar aquí al fin terminamos a una hora prudente para salir a dar una vuelta. Aunque en esta época anochece muy tarde, los días anteriores estaba lo suficientemente cansada como para que no apeteciera nada hacer turisno. Además, medio llovía y no hacía bueno.
Sobre el mapa, parece que uno de los puntos que tengo en la lista de visitas no está demasiado lejos del Hotel Marriott, en el que me alojo durante esta semana.
Sigo por Southampton Road, la calle donde está el hotel. Llegando al mar un cartelón anuncia la cercanía de Port Solent, una urbanización marítima con algunos restaurantes, que dejo atrás, rumbo a otro destino. Estoy al final del fondeadero natural del puerto. La carretera bordea el agua. La marea está muy baja. En algunas zonas las algas de un verde intenso alfombran la arena y a retazos llega un fuerte olor a agua retenida. Más lejos, son muchas las barquitas que se mecen con las suaves olas apenas rizadas por la brisa.
A la derecha y en la distancia se dibujan en el horizonte las torres del castillo hasta el que quiero llegar. Una cuadrada, alta y grande. Más allá, otra redonda, más baja y estrecha.
Entre la carretera y el mar hay un estrecho paseo, por el que sigo hasta dejar el agua atrás. Mirando hacia el final, a la entrada del puerto, tan lejos que se adivina sin poderlo divisar, la aguja blanca de la Torre Spinnaker se eleva sobre el horizonte como una flecha disparada.

Desde el fondo del puerto
Mirada hacia la entrada

Al otro lado de la carretera, casitas individuales de fachada blanca y tejados rojos flanquean el camino.
Los peatones tenemos que compartir la acera con las bicicletas, cada uno con su espacio delimitado y sus señales de preferencia.
En algún punto la Southampton Road ha cambiado de nombre y ahora es la East Street, por la que sigo caminando hasta que, en una rotonda, ésta cruza con la Castle Street. El nombre de la calle (del castillo) es buena señal de que voy por el camino correcto. Esta calle es mucho más tranquila que la anterior. A ambos lados hay bonitas casitas con nombre propio, algunas como de cuento, también amplias zonas verdes y típicos pubs.
Empiezo a estar un poco cansada de andar y el camino parece no terminar nunca.

Casita en Castle StreetPub "The Cormorant"

Se me está haciendo mucho más largo de lo que pensaba. Finalmente llego al Castillo de Portchester (Portchester Castle), cuyas murallas romanas están consideradas como las mejor conservadas de Europa. La torre cuadrada es la primera que encuentro. El edificio se puede visitar más temprano (desde 1 de abril a 30 de septiembre, hasta las 18:00) pero ahora es más tarde y está cerrado. A través de una verja veo el gran patio central y algunos edificios lejos, al otro lado. Creo que tras ellos se encuentra la torre redonda que vi de lejos.
Paseo un poco alrededor del castillo por Waterside Lane (Sendero junto al agua), pero la zona está solitaria y voy sola. Será mejor regresar.
Intento tomar un autobús para volver al hotel pero en la parada compruebo que el último pasó hace tiempo. No tengo más remedio que desandar el camino.

Torreón en el Castillo de PortchesterPatio central del castillo


Recorrido realizado:


Ver en un mapa más grande


Más sobre Portsmouth: Día siguiente: El viejo Portsmouth




No hay comentarios: