El viejo Portsmouth


Día completo de turismo antes de regresar mañana a Madrid. El centro de Portsmouth, la parte antigua, está muy lejos del hotel, aparte de que parte es recorrida por autopista, imposible llegar caminando. En recepción me llaman un taxi que me recoge en la puerta y me lleva directamente a la casa-museo de Charles Dickens (Charles Dickens Birthplace Museum). Recorremos la autopista M275 y, a continuación, la Mile End Road para, después, seguir los indicadores que nos llevan hasta el museo, en el número 393 de Old Commercial Road.
El vecindario es muy típico y tranquilo, con casitas estrechas de ladrillo rojo y chimeneas en los tejados. La casa-museo no se distingue de las demás, salvo por una placa azul y redonda que indica que ahí nació el famoso escritor el 7 de febrero de 1812.
La entrada a la casa se hace por el sótano, bajando unas escaleritas exteriores, donde antiguamente estaban la cocina, la despensa y el lavadero. En la antigua cocina hay una tienda de recuerdos y se saca la entrada para la visita (3,5 libras). A la salida de la cocina, antes de empezar la visita, se pueden seleccionar los carteles con descripción de las habitaciones, disponibles en varios idiomas.

Casa natal de Charles DickensInformación sobre las habitaciones


Una estrecha escalera de madera lleva a la planta baja, donde se visitan el recibidor y el comedor. La misma escalera estrecha sigue hasta el primer piso, donde se visita el dormitorio y otra habitación convertida en museo. Finalmente, se puede subir al ático, bajo el tejado. Hay 2 habitaciones abuhardilladas que antaño ocuparon los criados y que hoy en día tienen televisiones con videos educativos sobre la vida del escritor y de su familia.

Escalera interiorEl recibidor


El padre de Charles, John Dickens, trabajaba en la base naval de Portsmouth. Junto con su mujer, Elisabeth, habitaban esta casita en alquiler cuando nació el escritor. Todavía puede verse en el pequeño museo de la primera planta el librillo de cuentas donde aparecen los pagos de la renta. Cuando el pequeño Charles Dickens tenía 5 meses, se trasladaron a otra vivienda en una zona mejor y más próxima al astillero.
La casa no tenía agua corriente ni luz. Probablemente la familia contaba con la ayuda de criados. Aunque no pertenecían a una clase acomodada, en aquella época era posible contratar a jóvenes huérfanos por el alojamiento, la manutención y unos pocos chelines a la semana. El trabajo en la casa era duro, al no contar con las condiciones actuales. En la estufa-cocina de la cocina, además de elaborar los alimentos, se calentaba el agua que después era transportada a las habitaciones de plantas superiores para el aseo. Es aquí donde queda el único mueble original utilizado por los Dickens, un armario blanco, grande, que forma parte integrada en la pared, al estilo de una cocina empotrada, ya que el resto de muebles de las habitaciones, utilizados para recrear el ambiente, pertenecen a la época en la que vivió aquí la familia, pero no fueron de su propiedad ni utilizados por ellos.

Libro de cuentas de los DickensCocina, mueble original


Terminada la visita de la casa-museo, me dirijo, en primer lugar, hacia el Historic Dockyard (Astillero Histórico). Para ello, sigo por la Commercial Road, donde hoy sábado hay un mercadillo callejero de puestos variados. También el centro comercial Cascades. Es una calle llena de tiendas, muy animada.
Sigo por Queen Street y paso por delante de St John’s Catholic Cathedral dejando a mi izquierda Victoria Park. Entro al astillero por Victory Gate, la entrada principal. La entrada al recinto es gratis, lo único que es de pago es la visita de los museos que hay en el interior. Por mi parte, paso de los museos, ya que no quiero entretenerme demasiado en esta zona.

St John's Catholic CathedralVictory Gate


Nada más entrar, sorprende a la izquierda, anclado, el HMS Warrior,de 1860, el primer barco de guerra acorazado, de la Marina Inglesa.
Un poco más allá, también a la izquierda, se puede coger un barquito que, durante unos 45 minutos, hace un recorrido por el puerto. A la derecha, tenemos el museo del Mary Rose, el barco de guerra favorito de Enrique VIII. El barco no está a la vista, sino en el interior del museo. Se hundió entre Southsea y la Isla de Wight en 1545 durante una batalla contra los franceses y ha permanecido bajo el agua más de 400 años hasta que en 1971 fue localizado y posteriormente, en 1982, recuperado. Esta historia me recuerda mucho la del galeón Vasa, en el museo Vasa de Estocolmo. No sé cómo es el Mary Rose, pero el Vasa es una maravilla.
A izquierda y derecha hay otros edificios, algunos museos y otros que siguen formando parte activa del astillero, todavía en uso.

HMS WarriorEdificios del Astillero


Casi al final, podemos ver el HMS Monitor 33 (o M33), de 1915, superviviente de la Primera Guerra Mundial, y, enfrente de él, la joya de la Corona y también del Astillero, el flamante HMS Victory, con su inmensa popa ya vacía, sin mares que surcar. Se trata del buque en el que Nelson perdió la vida durante la batalla de Trafalgar en 1805.

Monitor 33HMS Victory


Por encima de los antiguos edificios de ladrillo rojo asoma la moderna aguja blanca de Spinnaker Tower y hacia allí voy a dirigirme a continuación.
Junto a Victory Gate hay una oficina de turismo y, casi en la puerta, empieza el Millennium Promenade, un paseo que se inicia aquí mismo y que, a lo largo de aproximadamente 3 kms, recorre los puntos más interesantes del casco viejo. Pronto localizo el inicio de la ruta, señalada en el suelo por la cadena, símbolo de la unión de Portsmouth y la vecina GosPort, al otro lado del agua, así como un recuerdo a la cadena que se extendía entre las dos poblaciones para cerrar el puerto en época de conflicto.
El camino me lleva hasta las inmediaciones de Gunwharf Quays, un gran centro comercial formado por Outlets de una larga lista de marcas, algunas tan conocidas como Barbour o Burberry.

Inicio del Millennium PromenadeGunwharf Quays


En la Torre Spinnaker afortunadamente no hay mucha gente y enseguida llego en el ascensor super rápido (4 metros por segundo) a la primera plataforma de observación, a 100 metros del suelo. Fue inaugurada en octubre de 2005 y tiene la forma de una vela henchida al viento. La panorámica de 350º es magnífica. Es a vista de pájaro como mejor podemos valorar la situación estratégica del entorno.
Por 1 libra consigo una audioguía en español que ilustra mi visita.

Spinnaker TowerBarquitos al pie de la Torre


Hacia el norte tenemos el Astillero Histórico, que acabo de visitar. Los mástiles desnudos del HMS Victory se mimetizan entre los edificios de ladrillo, pero no es difícil localizarlo.
En esta primera plataforma de la torre hay un suelo de cristal por el que puede pasarse descalzo viendo bajo nuestros pies el esqueleto de la torre, el aire y, abajo del todo, el agua. Tiene mucha aceptación y siempre hay alguien caminando sobre él y haciendo fotografías. Por fin encuentro un huequito y aprovecho mi turno.

Astillero HistóricoPisando el suelo de cristal


Justo enfrente tenemos Gosport, otro municipio, separado de Portsmouth por la entrada al puerto. Esta entrada es muy estrecha, de apenas 200 metros, lo que actualmente dificulta, o incluso imposibilita, la entrada de los grandes barcos o de los inmensos portaviones americanos, pero en el pasado era esa configuración lo que facilitaba precisamente su defensa y dado que el interior del puerto es mucho más ancho, permitía el anclaje seguro de la flota.
La entrada al puerto está de lo más entretenida, con la llegada y salida incesante de barcos de todos los tamaños.

GosportEntrada al puerto


Hacia el sur, océano adentro, se divisa una costa a lo lejos que es la de la Isla de Wight. Desde el puerto también salen barcos para visitar esta isla.
Entre tierra firme y la isla de Wight se divisan tres curiosas plataformas redondas en medio del agua que son fortalezas navales, sobre islas artificiales, formando otra línea de defensa para el Real Astillero. Son Spitbank Fort, Horse Sand Fort y No Man’s Land Fort (“Fuerte de la tierra de nadie”, me gusta este nombre).
Spitbank es la más cercana al puerto y también la más pequeña. Se construyó entre 1861 y 1878. Con el zoom de la cámara de fotos alcanzo a ver las ventanillas por la que, en la línea exterior, asomaban los cañones.
Algo más tarde se empezaron a construir las otras 2 fortalezas, terminando ambas el mismo año, en 1880.

Fortalezas navales en la distanciaSpitbank Fort


La pequeña península de la entrada al puerto, del lado de Portsmouth, es “The Point”. (La punta, el cabo), donde tuvo su orígen la ciudad, llamada también Spice Island (la Isla de las Especias), por ser en su época el mayor puerto donde se importaban especias de todo el mundo.
Hacia el sur se extiende la zona de Southsea, hasta llegar al Castillo, junto al faro que indica a los marineros la proximidad del puerto.
Desde la primera plataforma de observación de Spinnaker Tower se sube a la segunda plataforma por unas escaleras, desde la que tenemos la misma panorámica, sólo que desde unos metros más arriba. Por último, también por las escaleras, se llega a Crow’s Nest (la Cofa del Vigía), el punto más elevado de la torre donde un búho artificial ahuyenta a las gaviotas.
Hay que volver a la plataforma 2 para, desde allí, bajar en ascensor hasta la base de la torre.
Muy cerca de ese punto, junto a la zona de bares y restaurantes, reencuentro el Millennium Promenade que voy a seguir hasta el final.
Paso frente a Vernon House o Customs House (La casa de la Aduana) que, construida en 1800 como oficina, actualmente ha sido restaurado usando materiales tradicionales y convertido en pub.

The Point - Isla de las EspeciasCustoms House


Después, cruzando un puentecito de madera, prosigo la ruta. Desde este lado obtengo la mejor perspectiva de la Torre Spinnaker para mis fotos.
Cerca de The Point, en un recodo entre los embarcaderos, las barquitas se mecen con la pereza ociosa del sábado por la tarde entre olores mezclados de mar, pesca y puerto.
Justo en la punta, frente al restaurante “The Spice Island Inn” hay un mirador hacia Spinnaker Tower donde merece la pena detenerse unos instantes para disfrutar la panorámica.

Spinnaker TowerBarcas en el puerto


Bordeo la antigua Isla de las Especias rumbo a la parte medieval amurallada. Lo que ahora es una pequeña península, antiguamente era realmente una isla, separada mediante un foso. Pronto llego a la Torre Redonda (Round Tower), construida por orden de Enrique V que, junto con la Torre Cuadrada (Square Tower), de 1494, son las únicas supervivientes de la antigua muralla que rodeaba la ciudad. Aún queda un tramo de la robusta muralla en pie, junto al agua.
La torre redonda fue originalmente construida en madera a comienzos del siglo XV. La actual torre de piedra se cree fue construida en tiempos de los Tudor.
La torre cuadrada se diseñó en 1494 como plataforma para cañones, siendo una de las primeras construcciones defensivas de Portsmouth. Fue usada como residencia del gobernador militar, así como almacén de pólvora, carne y agua.
Junto a esta torre, una plataforma de madera se adentra en el mar. Es la plataforma de saludo desde la que recibir y despedir a los barcos, también utilizada para su carga, que apenas ha cambiado en cien años. Algunos pescadores intentan cobrar alguna pieza desde ella.

Torre redondaTorre cuadrada y Plataforma de saludo


Hacia el interior, podemos ver una iglesia sin tejado. Se trata de la Royal Garrison Church-Domus Dei, fundada alrededor de 1212. Sufrió serios daños en los bombardeos de 1941 y se ha conservado desde entonces abierta al cielo, como tributo a los que perdieron la vida durante la guerra.
Muy cerca hay un mirador con bancos de piedra desde los que observar la magnífica panorámica marítima. Aquí termina el Millennium Promenade que he seguido desde el Astillero Histórico.

Royal Garrison Church-Domus DeiMirador


Aún continúo caminando hacia Southsea, un barrio residencial y turístico hacia el sur. Paso por Clarence Pier (www.clarencepier.co.uk), un lugar de ocio con atracciones y cafeterías donde tomar un respiro. Sigo por Clarence Esplanade, el paseo marítimo, y paso frente al punto de partida del aerodeslizador (Hovercraft) que en 10 minutos llega a la isla de Wight (www.hovertravel.com).
A lo largo del camino hay diferentes monumentos conmemorativos a batallas en las que intervino la tropa inglesa.

Clarence PierHovercraft


Desde esta zona está más cerca la increíble fortaleza de Spitbank, que no me canso de captar con mi cámara. Aunque bastante más alejada, de nuevo ayudada por el zoom, consigo una instantánea de otra de las fortalezas navales: Horse Sand Fort, con dos plantas para aumentar el número de cañones.

Spitbank FortHorse Sand Fort


Dejo atrás el acuario (www.bluereefaquarium.co.uk) y sigo caminando hacia el sur.
Ya estoy muy cerca del castillo de Southsea, sobre el que se levanta el Faro que, construido en 1820, todavía guía a los barcos hasta el puerto.
El castillo fue construido por Enrique VIII en 1544 para defensa de la costa y ha sido reformado en numerosas ocasiones.
Muy cerca del castillo se encuentra el D-Day Museum (el museo del día D), que ilustra sobre la historia del desembarco de Normandía. Ya está cerrado cuando llego, aunque tampoco entraba en mis planes visitar su interior, salvo que hubiera tenido tiempo de sobra.
El día ha sido largo y estoy cansada de caminar todo el día. En el mapa que llevo hay marcada una parada de taxis frente al centro comercial Pyramids, pero ni veo coches libres ni localizo la parada, así que echo mano de la tarjeta de radio-taxi que tuve la precaución de coger del hotel antes de salir y quedo frente al museo para que me recojan. Pronto puedo regresar al hotel y preparar el regreso a casa mañana. ¡Qué ganas!

Castillo de Southsea y FaroD-Day Museum



Otras visitas en la zona: Castillo de Portchester



Otras visitas en la zona: Castillo de Portchester

Castillo de Portchester


Viaje de trabajo a Portsmouth, una localidad costera del sur de Inglaterra. El tercer día después de estar aquí al fin terminamos a una hora prudente para salir a dar una vuelta. Aunque en esta época anochece muy tarde, los días anteriores estaba lo suficientemente cansada como para que no apeteciera nada hacer turisno. Además, medio llovía y no hacía bueno.
Sobre el mapa, parece que uno de los puntos que tengo en la lista de visitas no está demasiado lejos del Hotel Marriott, en el que me alojo durante esta semana.
Sigo por Southampton Road, la calle donde está el hotel. Llegando al mar un cartelón anuncia la cercanía de Port Solent, una urbanización marítima con algunos restaurantes, que dejo atrás, rumbo a otro destino. Estoy al final del fondeadero natural del puerto. La carretera bordea el agua. La marea está muy baja. En algunas zonas las algas de un verde intenso alfombran la arena y a retazos llega un fuerte olor a agua retenida. Más lejos, son muchas las barquitas que se mecen con las suaves olas apenas rizadas por la brisa.
A la derecha y en la distancia se dibujan en el horizonte las torres del castillo hasta el que quiero llegar. Una cuadrada, alta y grande. Más allá, otra redonda, más baja y estrecha.
Entre la carretera y el mar hay un estrecho paseo, por el que sigo hasta dejar el agua atrás. Mirando hacia el final, a la entrada del puerto, tan lejos que se adivina sin poderlo divisar, la aguja blanca de la Torre Spinnaker se eleva sobre el horizonte como una flecha disparada.

Desde el fondo del puerto
Mirada hacia la entrada

Al otro lado de la carretera, casitas individuales de fachada blanca y tejados rojos flanquean el camino.
Los peatones tenemos que compartir la acera con las bicicletas, cada uno con su espacio delimitado y sus señales de preferencia.
En algún punto la Southampton Road ha cambiado de nombre y ahora es la East Street, por la que sigo caminando hasta que, en una rotonda, ésta cruza con la Castle Street. El nombre de la calle (del castillo) es buena señal de que voy por el camino correcto. Esta calle es mucho más tranquila que la anterior. A ambos lados hay bonitas casitas con nombre propio, algunas como de cuento, también amplias zonas verdes y típicos pubs.
Empiezo a estar un poco cansada de andar y el camino parece no terminar nunca.

Casita en Castle StreetPub "The Cormorant"

Se me está haciendo mucho más largo de lo que pensaba. Finalmente llego al Castillo de Portchester (Portchester Castle), cuyas murallas romanas están consideradas como las mejor conservadas de Europa. La torre cuadrada es la primera que encuentro. El edificio se puede visitar más temprano (desde 1 de abril a 30 de septiembre, hasta las 18:00) pero ahora es más tarde y está cerrado. A través de una verja veo el gran patio central y algunos edificios lejos, al otro lado. Creo que tras ellos se encuentra la torre redonda que vi de lejos.
Paseo un poco alrededor del castillo por Waterside Lane (Sendero junto al agua), pero la zona está solitaria y voy sola. Será mejor regresar.
Intento tomar un autobús para volver al hotel pero en la parada compruebo que el último pasó hace tiempo. No tengo más remedio que desandar el camino.

Torreón en el Castillo de PortchesterPatio central del castillo


Recorrido realizado:


Ver en un mapa más grande


Más sobre Portsmouth: Día siguiente: El viejo Portsmouth




Joyas del Bático: Lituania, Letonia, Estonia y Finlandia


ITINERARIO
  • Día 0 - Domingo 4/7/10 - LITUANIA
    • Vuelo y llegada a Vilnius
    • Vilnius
  • Día 1 - Lunes 5/7/10
    • Trakai
    • Vilnius
  • Día 2 - Martes 6/7/10 - LETONIA
    • Colina de las Cruces
    • Palacio Rundale
    • Riga
  • Día 3 - Miércoles 7/7/10
    • Riga
  • Día 4 - Jueves 8/7/10 - ESTONIA
    • Paernu
    • Tallin
  • Día 5 - Viernes 9/7/10
    • Tallin
  • Día 6 - Sábado 10/7/10 - FINLANDIA
    • Helsinki
  • Día 7 - Domingo 11/7/10
    • Helsinki
    • Regreso a casa