Antes de ir a EEUU - Preparativos

En Semana Santa de 2010 tenemos previsto un viaje a EEUU. Aunque el viaje está organizado por agencia, son varias las cosas que hay que preparar antes de ir.

  • SEGURO MÉDICO
    La asistencia sanitaria en EEUU es privada y carísima, y no existe convenio con nuestro país para recibirla, por lo que es más que recomendable la realización de un seguro de viaje por el tiempo que dura el mismo. Actualmente barajo varias compañías para contratarlo pero aún no me he decidido.
  • VISADO
    Por la duración y motivo de nuestro viaje no es necesario obtener visado. Sin embargo, sí es obligatoria la obtención de una autorización de viaje en el ESTA (Electronic System for Travel Authorization)

La Laguna, el Teide, Vilaflor y Playa de las Américas

Amanece un día en Tenerife muy parecido al de ayer y, sin dudarlo, nos preparamos para hacer la excursión al Teide. Hoy va a ser el día. Hay varias subidas posibles pero la más recomendada, por su belleza y suave aunque larga pendiente, es la que parte de San Cristóbal de la Laguna. Nos organizamos para visitar esta preciosa ciudad antes de iniciar la excursión y hay que salir prontito del hotel, porque a las 10:30 hay una visita guiada desde la Oficina de Turismo y tenemos intención de aprovecharla. Como es domingo, y fiestas, hay poco tráfico y llegamos sin problema hasta la calle de Santo Domingo, donde aparcamos junto a la Iglesia de Santo Domingo.
Siguiendo la calle pronto llegamos a la Plaza del Adelantado, tan desierta y tranquila a estas horas tempranas. Me gusta ver los lugares así, vacíos, disponibles. Más tarde volveremos con el guía y nos contará algunas cosas de esta céntrica plaza. Ahora no queremos detenernos para localizar cuanto antes la Oficina de Turismo y apuntarnos a la visita guiada.
Al entrar en la calle Obispo Rey Redondo (antigua calle de la Carrera) uno se siente transportado al pasado, a una época colonial de robustas y amplias casas-palacio con coloridas fachadas y portadas de piedra. La primera es la Casa del Corregidor, de fachada rosa. Es uno de los edificios más antiguos de la ciudad y debe su nombre a haber servido como residencia a los sucesivos Corregidores que gobernaban desde el siglo XIV. Actualmente se dedica a uso municipal. A continuación, contrasta el azul de la Casa de la Alhóndiga, del siglo XVIII. Albergaba las dependencias administrativas y de control de las actividades económicas de la isla. Por último, el amarillo intenso de la Casa Alvarado Bracamonte, del siglo XVII, también conocida como Casa de los Capitanes, donde encontramos la oficina de Turismo que estamos buscando. En el interior, nos recibe un típico patio canario con fuente en su centro y fresca vegetación, que acomoda un Nacimiento de grandes figuras. Nos apuntamos a la visita y, como todavía queda un rato para que ésta comience, salimos a dar un paseo por las inmediaciones. Siguiendo la calle, muy cerca, está la Catedral. La cercanía de los edificios que la rodean impide contemplar con una buena perspectiva el monumento. Seguimos la calle hasta el final y así llegamos a la Iglesia de la Concepción, en la que destaca la alta torre de piedra del campanario. Por el camino nos fijamos en la arquitectura de los edificios y en algunas bonitas balconadas de pino canario. Regresamos a la Casa Alvarado Bracamonte por la paralela Calle de los Herradores. Algunas tiendas están abriendo y la ciudad se va a animando.
Nos reunimos un pequeño grupo de unas 10 personas y, con el guía, iniciamos la visita que comienza con una pequeña introducción sobre el orígen de la ciudad para, seguidamente, pasear por las calles deteniéndonos en los puntos más interesantes. Volvemos a la Plaza del Adelantado donde, ahora, nos detenemos para ver la fachada del Ayuntamiento y otros edificios importantes como son el Convento de clausura de Santa Catalina de Siena y el Palacio de los Marqueses de Nava. En el primero llama sin duda la atención la caja-torre-mirador de madera con celosías que permitían (y probablemente aún sigue teniendo este uso) a las religiosas observar el trajín de la plaza y de la ciudad sin ser vistas. Del Palacio de Nava, destacar su poderosa fachada de piedra. Fue mandado construír en 1585 por Don Tomás Grimón, regidor de Tenerife, decidido a tener una morada digna de su condición. Posteriormente los sucesivos descendientes fueron reformándolo hasta dejar lo que es hoy. Aquí tuvieron lugar las tertulias de Nava, en las que ilustrados de la época departían largamente sobre lo divino y lo humano.
Seguimos el paseo por la calle Dean Palahi, antiguo Callejón de la Caza, a la vuelta del Palacio de Nava, entre este edificio y el Convento. Después nos desviamos por la calle Viana y, antes de meternos por la calle de San Agustín, un poco más allá en la calle Viana vemos otra torreón-miarador imponente. Es del Convento de Santa Clara.
Iniciamos ahora el recorrido por la calle de San Agustín, antigua calle Real, donde las casas palacio se suceden, dejando testimonio del glorioso pasado del municipio. Dejamos atrás Casa Montañés, levantada en 1746 por el sargento mayor Francisco Montañés Machado, y el Palacio de Lercaro, hoy sede del museo de Historia y Antropología de Tenerife. En el patio es digna de contemplar la balconada corrida trabajada íntegramente en madera de pino canario. Una preciosidad.
Seguimos después el paseo y pasamos ante la Casa de los Jesuítas y más adelante llegamos a Casa Salazar, que fue sede del Obispado hasta 2006. En enero de ese año se produce un gran incendio y el edificio es cerrado para un largo proceso de restauración. Finalmente se reabre en 2009.
Un poco más allá pasamos frente a la Iglesia y Antiguo Hospital de Nuestra Señora de los Dolores. En la iglesia destaca la portada de piedra. El antiguo hospital ha sido rehabilitado y hoy en día se utiliza como Biblioteca Pública.
Por último nos acercamos hata la Iglesia y ex-convento de San Agustín, un poco más allá en la misma calle, que hará de punto final en esta visita guiada. Fueron fundados hacia 1506 por padres agustinos que acompañaban a los conquistadores de la isla. Destacan especialmente sus claustros. En 1964 la iglesia sufrió un importante incendio y no ha sido restaurada desde entonces. El antiguo convento arrastra una larga tradición docente como centro de enseñanza y otros usos culturales.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta la Plaza del Adelantado, donde tomamos un refresco en una terraza antes de ponernos en marcha en dirección al Teide.
Ahora el tráfico es mucho más intenso que a nuestra llegada pero al fin conseguimos dejar San Cristóbal de la Laguna atrás.
Enseguida empezamos el ascenso atravesando, primero, la Corona Forestal de pino canario. Este pino tan alto y recto me recuerda mucho al pino de Valsaín. De hecho, muchas de las imágenes que quedan enfrente y a ambos lados de la carretera me recuerdan mucho la subida a Navacerrada por la vertiente segoviana. Durante el recorrido encontramos diversos miradores en los que detenernos unos minutos a contemplar el fantástico panorama. Paramos en el Mirador de Ortuño desde donde tenemos una vista privilegiada del mar de pinos que tapiza las laderas, tras las que se levanta imponente el Pico Teide, con sus 3.717 m sobre el nivel del mar. Abajo, vemos algunas localidades costeras.
A medida que ascendemos la vegetación de árboles comienza a ralear hasta desaparecer y ser sustituida por un agreste paisaje de arbustos y retamas. Se nos ha quedado un día espléndido, sin una nube que enturbie este cielo considerado por su calidad como el sitio del mundo más a propósito para las observaciones astronómicas y de la atmósfera. Antes de llegar a la estación del teleférico, vemos los postes para la ascensión en la ladera del volcán. No tenemos especial interés en acercarnos más a la cima y aún no hemos decidido si vamos a hacerlo y, menos mal, porque encontramos que está cerrado debido al viento. Y no es que parezca muy fuerte, pero probablemente sea aquí más suave que más arriba. De haber cogido el teleférico, habríamos llegado hasta la zona conocida como la Rambleta desde donde puede continuarse el ascenso andando hasta el cráter previa obtención del permiso correspondiente.
Dejamos el Teide atrás alejándonos en dirección a Vilaflor y enseguida vemos, a la izquierda, el Parador nacional de las Cañadas del Teide y, a la derecha, los Roques de García, que son restos de materiales explosivos modelados por la erosión. El más conocido es el roque Cinchado, tmabién llamado árbol de Piedra que, con el Teide al fondo, compone una de las imágenes más características de Tenerife. Aparecía también junto con el drago de Icod en los antiguos billetes de 1.000 pesetas.
Continuamos el descenso y llegamos a Vilaflor de Chasna que, a 1.400 metros de altura, es el municipio más alto de España. A principios de siglo construyeron aquí un hotel al que, por la limpieza de su aire, venían a sanar afectados de tuberculosis y otras afecciones pulmonares.
Aparcamos junto a la blanquísima Iglesia de San Pedro, fundada en 1550 donde se alzaba una ermita anterior, y callejeamos por el pueblo buscando un restaurante, que ya se ha hecho hora de comer. Encontramos el "Rincón de Roberto" donde reponemos fuerzas.
Después de comer bajamos hacia la zona de Costa Adeje, en concreto hacia la Playa de las Américas. Esta zona de la isla no tiene nada que ver con la que hemos visitado anteriormente. Se trata de un enclave turístico con infinidad de hoteles, restaurantes, centros comerciales, urbanziaciones... a lo largo de varias playas.
Al caer el día emprendemos el regreso a Puerto de la Cruz rodeando la isla por la autopista.



Icod de los Vinos, Garachico y Puerto de la Cruz

Es nuestro primer día en Tenerife. Éste no va a ser un viaje intensivo de recorrido de la isla ya que, aunque queremos ver lo imprescindible, también se trata de descansar y disfrutar del buen tiempo, tan distinto a la ola siberiana que hemos dejado en la península. Después de un chapuzón en la piscina climatizada el hotel, dejamos Puerto de la Cruz, donde nos alojamos, y ponemos rumbo hacia Icod de los Vinos para ver el famoso drago milenario, que sí es drago pero no milenario. Este árbol aparecia en los billetes de mil pesetas, en los que también podíamos ver los Roques de García, en las cañadas del Teide. Aunque hace años se pensaba que podía tener entre 2500 y 3000 años, actualmente se considera que su edad real está entre los 600 y 800.
Llegamos con el coche hasta muy cerca de la Avenida de Canarias, en la que unas escaleritas nos llevan hasta la Plaza de la Constitución, donde se encuentra la Iglesia de San Marcos y desde donde tenemos una muy buena perspectiva del famoso drago. Enfrente tenemos el parque que rodea al drago, con diferentes especies vegetales y, junto a él, el Mariposario, donde poder ver mariposas de todos los colores y procedencias, pero no vamos a entrar. También desde aquí vemos la cima del Teide, matizada tras una ligera bruma. Hoy hace un día espléndido para haber visitado el volcán pero ¿cómo adivinarlo? Si mañana amanece igual que hoy, ésa será nuestra segunda etapa en la isla. En la plaza, alrededor de la iglesia hay un agradable paseo con árboles y bancos. También hay varios puestos de artesanía, un buen lugar para comprar un original colgante y unas pulseras echas con la semilla del drago.
Desde Icod vamos hacia Garachico. Llama nuestra atención en el camino el Túnel de las Aguas, tunel gruyére que proteje la carretera de desprendimientos a la vez que, con sus más de cien ojos abiertos al horizonte, permite la contemplación del mar y del peñón que da nombre a este pueblo. Gara en guanche es roca y los castellanos debieron de añadirle lo de chico. Dejamos el coche en la Avenida Tomé Cano y paseamos por el caletón junto a las piscinas naturales delimitadas caprichosamente por la lava. Hay pasarelas para caminar entre ellas pero hoy hace aire y el mar está revuelto, por lo que está prohibido el baño y acercarse a ellas.
Comemos en la terraza del Restaurante "El Caletón", con una magnífica vista pero con un servicio bastante deficiente y una espera larguísima y desesperante. A menos que cambie el servicio, no lo recomiendo.
Después de comer paseamos por el centro de Garachico. En muchas de sus casas destacan los típicos balcones de madera de pino canario. Llegamos hasta la Glorieta de San Francisco, donde destaca el ex-convento de San Francisco de Asís y la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, hoy Ayuntamiento y Casa de la Cultura, con tres hermosas palmeras guardianas.
Frente a este edificio, llama la atención el palacio de los marqueses de la Quinta Roja, hoy hotel, que fue prácticamente destruido en la erupción de 1706 pero más tarde reconstruido según los planos originales y, más adelante, la fachada de piedra del Palacio de los Condes de la Gomera, del siglo XVII, con su portada central flanqueada por columnas corintias. Frente a este palacio y junto a la Glorieta, está la Plaza de la Libertad, un buen lugar para hacer un alto en una terraza a la sombra de sus frondosos árboles. Tiene un templete de música cuya parte baja está ocupada por una quiosco-bar.
Continuando por la calle del palacio, llegamos hasta la Iglesia Matriz de Santa Ana, cuyo orígen se remonta a 1520. Fue afectada por la erupción volcánica de 1706 y reedificada entre 1714 y 1721. Finalmente, ha sido restaurada en la década de los 90. Se considera uno de los templos más bellos y ricos de Tenerife, con mezcla de elementos renacentistas y platerescos en su fachada.
Un poco más adelante, al final de una calle vemos de nuevo el mar y regresamos a la avenida Tomé Cano, esta vez junto al Castillo de San Miguel, fortaleza de planta cuadrada del siglo XVI que fue construida para proteger las exportaciones azucareras y vinícolas de los piratas que rondaban estas aguas y que milagrosamente sobrevivió a la gran erupción de 1706 que enterró casi todo Garachico.Actualmente su interior acoge esporádicamente exposiciones de arte.
Nos alejamos del castillo por el paseo en dirección opuesta al caletón, hasta llegar al muelle pesquero, en cuya explanada oscura contrasta la blancura de la escultura "Tensei Tenmoku" (Puerta sin puerta) del artista japonés Kan Yasuda, realizada en mármol de Carrara por encargo del Cabildo Insular de Tenerife e inaugurada en 2002.
Regresamos a Puerto de la Cruz y completamos las visitas del día con un recorrido nocturno, después de cenar, por el centro de esta ciudad en la que nos alojamos.
Bajamos andando desde el hotel hasta el centro. Estamos en lo alto de la montaña, por lo que todo el recorrido es cuesta abajo. Muy cerca tenemos la Ermita de San Amaro, la más antigua del municipio, construída en 1591 por los propios vecinos al no existir por entonces ningún otro recinto consagrado al culto religioso. Casi frente a ella está el Mirador de la Paz, dedicado Agatha Christie, que pasó aquí un tiempo. Durante su estancia terminó dos libros de relatos y en uno de ellos describe con claridad, aunque sin nombrarlos, algunos de esos parajes.
A esta altura se inicia un fuerte descenso que no dejamos hasta llegar a los Lagos Martiánez, que a estas horas están cerrados y oscuros. Junto a ellos, pasamos al lado de un inconfundible Juguete del Viento de César Manrique, que incorporo a mi colección. En 1969 encargaron a César Manrique la remodelación de toda esta zona iniciándose así en 1970 la construcción de Costa Martíanez con el objetivo cumplido de proporcionar a la ciudad una zona de recreo y de baño, ya que no hay en el litoral próximo ninguna playa natural.
A lo lejos vemos una enorme noria iluminada y decidimos llegar hasta ella.
Pasamos junto a la blanca Ermita de San Telmo, del siglo XVIII, dedicada al patrón de los marineros. Continuamos por el Paseo de San Telmo, que va bordeando el litoral, para después recorrer la calle Quintana. En un lateral dejamos atrá la Plaza de la Iglesia, adornada con luces y motivos navideños, presidida por la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia. Callejeamos hasta llegar a la feria guiados por la música de las tómbolas y el olor a fritos. Más tarde, después de deambular entre los puestos de la feria y probar suerte en una caseta de tiro, caminamos ya cansados hasta la Plaza del Charco. Este nombre le viene de un charco marino que se formaba en el centro, ya drenado y desaparecido. La plaza está muy animada y no resulta difícil conseguir un taxi para regresar al hotel.




Prueba de fotos en filas - 3 fotos por fila con pie de foto

Nos llama la atención la oficina de correos, un edificio también en madera, con un alto tejado rojo y las marquesinas del autobús, en el mismo material.

Bla1 bla1 - y si pongo una cosa más larga??

bla2 bla2

bla3 bla3

Monte Pellegrinootro Monte Pellegrinotres montes




Uno de estos chalets ha sido habilitado como museo y podemos visitar su interior previo pago de la entrada correspondiente, que saca el guía, al estar incluida en la excursión contratada. Así nos acercamos un poquito al estilo de vida de los montañeses a través de sus prendas de ropa, de los recipientes usados para traer la leche desde las montañas, sus muebles, los cuadros de cristal pintado, las chimeneas, los utensilios de cocina... etc.
En la viga principal solían tallar la fecha de terminación de la obra. En concreto en el que visitamos se lee claramente "1798".
En la parte posterior de la casa se encuentra el cobertizo, donde se guarda el ganado y herramientas de trabajo o de transporte como carros o trineos.


Nos llama la atención la oficina de correos, un edificio también en madera, con un alto tejado rojo y las marquesinas del autobús, en el mismo material.

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Monte Pellegrino
Bahía de Palermo

5 días en Tenerife - ITINERARIO

Del 1 al 6 de enero de 2010

1) EL AVIÓN. Esta vez volamos con Spanair, comprando los billetes directamente en la página de la compañía.

2) EL COCHE DE ALQUILER. Un Citroen C3 reservado previamente con Auto Reisen

3) EL HOTEL. Hemos elegido el Hotel Semíramis 5*, en Puerto de la Cruz.

4) EL ITINERARIO - RECORRIDO